UNODC: Nuevo Informe mundial sobre trata de seres humanos

Ayer la UNODC presentó el Informe sobre la Trata de Personas que se basa en las cifras disponibles de 2018.

En 2018, de cada 10 víctimas detectadas a nivel mundial, unas 5 eran mujeres adultas y 2 eran niñas. Aproximadamente un tercio del total de víctimas detectadas eran menores, tanto niñas (19%) como niños (15%), mientras que el 20% eran hombres adultos.

El resumen menciona la vulnerabilidad de las personas indocumentadas y las personas que tienen una necesidad desesperada de empleo. El resumen también se refiere al hecho de que «al igual que en las crisis económicas anteriores, es probable que el fuerte aumento de las tasas de desempleo provocado por la pandemia de COVID-19 aumente la trata de personas, especialmente en los países que experimentan las caídas más rápidas y persistentes del empleo. Es probable que las personas desempleadas de estos países estén más dispuestos a asumir riesgos elevados con la esperanza de mejorar sus oportunidades «.

Además, establece que «las víctimas de la trata que no tienen permiso para trabajar o permanecer en el país de explotación se enfrentan a un plus de vulnerabilidad».

Las personas migrantes constituyen una parte significativa de las víctimas detectadas en la mayoría de las regiones del mundo:

  • 65% en Europa occidental y meridional
  • 60% en Oriente Medio
  • 55% en Asia oriental y el Pacífico
  • 50% en Centro y Sur Europa del Este
  • 25% en América del Norte

El 50% de las víctimas detectadas fueron objeto de trata con fines de explotación sexual y el 38% para trabajos forzados, mientras que el 6% fueron sometidos a actividades delictivas forzadas y más del 1% a la mendicidad. Un número menor de personas fue objeto de trata para matrimonios forzados, extracción de órganos y otros fines.

Las víctimas de la trata de personas con fines de trabajo forzado son explotadas en una variedad de sectores económicos, incluidos la agricultura, la construcción, la industria pesquera, la minería, el comercio callejero y la servidumbre doméstica.

Aunque los patrones de trata de personas con fines de trabajo forzado varían según los sectores económicos, hay un aspecto común en todos los sectores: generalmente es el resultado de un deterioro de los derechos laborales, como salarios más bajos, jornadas laborales más largas, protecciones reducidas y empleo informal.

En los países de bajos ingresos, los menores representan la mitad de las víctimas detectadas y son principalmente víctimas de trata para trabajos forzados (46%). En los países de ingresos más altos, los menores son víctimas de trata principalmente con fines de explotación sexual, delincuencia forzada o mendicidad.

El resumen-informe también se refiere a algunos sectores vulnerables específicos (destacando también la vulnerabilidad de las trabajadoras del empleo del hogar), informa sobre los tratantes, los enjuiciamientos, reflexiona sobre la contratación y el uso de la tecnología y el papel de las agencias de contratación.

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